HECHOS INSOLITOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

SI NO HAY CRICKET, ES QUE HAY GUERRA


El tópico asegura que los británicos muestran su carácter flemático en todo momento y sean cuales sean las circunstancias, por adversas que puedan ser. La verdad es que el 1 de septiembre de 1939 la flema inglesa pasó una dura prueba; acababa de estallar la guerra en Europa.

Antes de conocerse la noticia, dos miembros de la Cámara de los Lores asistían en esa mañana de viernes a un encuentro de cricket, uno de los deportes más populares del Reino Unido.

Aunque el ambiente que se respiraba en la capital británica no era el más adecuado para las celebraciones deportivas, debido al temor a que estallase el conflicto que se venía larvando desde hacía varios años, el partido se estaba jugando con total normalidad.

El cielo de Londres estaba sembrado de globos cautivos destinados a impedir las incursiones de aviones enemigos en caso de guerra. Los londinenses estaban más preocupados en adquirir alimentos y en proteger sus hogares que en el campeonato de cricket, lo que se quedaba demostrado por la escasa presencia de aficionados en las gradas.

En un momento del encuentro, el partido quedó suspendido y los jugadores regresaron a los vestuarios. Uno de los dos Lores le dijo al otro, manteniendo un tono cercano a la indiferencia:

- Creo que lo mejor es que acudamos de inmediato al Parlamento. Si el partido de cricket ha quedado   suspendido, eso significa que hay guerra.

No se equivocaba en su apreciación. Pocas horas antes, Hitler había invadido Polonia.

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