SABIAS QUE...

Uno de los platos preferidos de los hadzas, población cazadora-recolectora de Tanzania, es la carroña. Ésta se considera un manjar.

Turin - Lucifer
En Turín, ciudad del norte de Italia, más de 40.000 personas rinden culto al diablo.

A los indios sirionó del Alto Amazonas, en Bolivia, les trae sin cuidado copular delante de otras personas, pero se mueren de vergüenza y pueden ser severamente castigados si son sorprendidos comiendo en público.

Las mujeres arapesh de Nueva Guinea nunca sienten dolores menstruales. Al parecer, esto se debe a que permanecen horas sentadas en un trozo de corteza de árbol húmeda; el frío y las ortigas con las que se rozan involuntariamente anulan la sensación de dolor.

Las madres de la tribu pondos de Sudáfrica están deseosas de que sus hijos se casen con tantas mujeres como les sea posible, ya que las recién casadas pasan a ser auténticas esclavas de la suegra.

En los harenes sudaneses, tras la pérdida de la virginidad de las concubinas a manos de los amos, éstos, para ponerlas a salvo de los instintos de los eunucos - que conservaban su órgano reproductor -, les colocaban en el interior de la vagina una vara de bambú de 30 centímetros que se sujetaba con correas a las piernas de la mujer.

Islas Molucas
En las islas Molucas, en el archipiélago de Indonesia, la caza de cabezas sólo puede hacerse por detrás, ya que, si el agresor ve la cara del oponente, matarlo sería un asesinato.

Los chinos adiestraban a los ciegos para la práctica del masaje con doble intención. Por una parte, se pensaba que los invidentes tenían más desarrollado el tacto y, por otra, podían tratar a la clientela femenina sin pudores.

La primera vez que a un pigmeo, acostumbrado a una visión de corta distancia, se le subió a una cumbre, confundió una manada de elefantes con moscas.

Cuando iban al mercado, los verdugos de la antigüedad no podían poner las manos sobre la mercancía, y tenían que hacer la compra provistos de una vara, con la que señalaban lo que deseaban comprar. Ello se debía al rechazo que hacia ellos sentía la mayoría de sus conciudadanos.


Pontaine
 En el siglo XIV, el calzado de moda en Europa era un zapato puntiagudo llamado pontaine, con punteras que se alargaban varios centímetros, y acababan en forma de garra de pájaro, o pico de águila. Algunos incluso tenían forma de pene, lo que motivó que los papas Urbano V y Carlos V de Francia prohibieran su uso a los católicos. Pero ni ellos pudieron parar la desvergonzado modo, que se prolongó durante varios años.

En la antigua Grecia, las mujeres no comían con sus maridos, sino que permanecían recluidas en el gineceo, habitación para mujeres que estaba situada en la parte posterior de la viviendo.
Las únicas mujeres que podían sentarse a la mesa de los varones eran las hetairas, cortesanas de alto nivel.

El 27 de agosto de 1896, estalló entre Gran Bretaña y Zanzíbar - hoy parte de Tanzania - una guerra que duró 38 minutos.

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