Vino de Coca Mariani



El químico corso Angelo Mariani (1838-1914) logró fama sobresaliente y una inmensa fortuna a finales del siglo XIX gracias a un vino de coca de elaboración propia, que comenzó a fabricar en 1863 y pronto se convirtió en el favorito de muchas celebridades de la época: William McKinley, Émile Zola, Paul Verlaine, Sigmund Freud, Louis Blériot, José Martí, Ulises Grant, Jules Verne, Thomas A. Edison, Alexandre Dumas, Louis y Auguste Lumière, Henrik Ibsen, Sarah Bernhardt, Robert L. Stevenson, Anatole France, Zadoc Khan, Jean Charcot, el Príncipe de Gales, la reina Victoria, el zar Alejandro II, Alfonso XIII, el Sha de Persia, etcétera.


El papa León XIII (1810-1903) resultó ser finalmente uno de sus principales valedores, ya que, en agradecimiento al tónico, llegó a prestar su efigie para la etiqueta y concedió una medalla de oro al inventor, en reconocimiento a la capacidad de esa bebida para "apoyar el ascético retiro de Su Santidad".


El popular actor cómico y cantante francés Jean-François Berthelier (1830-1888) fue otro de los personajes de la época que avaló el Vin Mariani —cuyo contenido en cocaína venía a ser el equivalente a 6 gramos por onza— y el pintor también francés Jules Chéret (1836-1932) realizó en 1894 un vistoso cartel publicitario promocionando su consumo.


Además del vino, Angelo Mariani fabricaba con su extracto de coca un Elixir Mariani (de más alta graduación que el vino), Pastas Mariani, Pastillas Mariani y Té Mariani. Aunque se llevó a la tumba el secreto de su extracto, Mariani siempre insistió en que la diferencia entre coca y cocaína no es la que existe entre cierta sustancia y su concentrado, sino la que hay entre un conjunto de sustancias y una sola. Según decía, las propiedades de la coca se desvirtúan cuando es reducida al alcaloide de la cocaína.


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